El sol de la mañana atraviesa mi ventana y escandila mis ojos, molesta mi dormir, he incita a levantarme. No hay ánimos de laborar, y una fuerte migraña aqueja mi cabeza, siento un fluido moverse en mi cerebro, un liquido que por segundos libera un poco de presión en mi cráneo, he llegado a pensar que estoy enferma, que soy la única persona que ha logrado sentir una circulación dentro de su encéfalo, tal vez estoy loca o quizá estoy muriendo lentamente sin saberlo, pero nunca he sido muy fanática a los médicos.
Este dolor de cabeza me esta matando y este sol que penetra mis parpados, me hace levantarme de la cama, y buscar mis pastillas, al abrir la caja, esta se encontraba vacía, ¡rayos! – pensé, fui a la bañera y me duche, para salir y dirigirme a la farmacia, pasaban las 8,30 am para ese entonces, al terminar de vestirme con unos jeans y una blusa, cogí mis lentes de sol, y baje al garaje, abrí la puerta de mi carro, un corolla blanco del año 98, y encendí mi vehículo. Salí a la ciudad y maneje 10 minutos, las calles comenzaban a vaciarse y todos estaban en sus trabajos, el comercio se encontraba activo, pase varios semáforos y llegue a una farmacia, para ese entonces el ruido de los vehículos y la gente aunado al sol, hacia empeorar mi jaqueca, aparque mi auto en una esquina, salí y entre al recinto, tome un numero el 142 y espere junto con las 8 personas delante de mi, mire mi reloj, marcaban las 8.45 am, me dije, tengo chance de llegar al trabajo, y así no pediría permiso el día de hoy, reviso mi cartera en busca del récipe de mi medicamento, y no estaba, ¡porque hoy! Dije, pensé salir para buscarlo en mi vehículo, pero 3 sujetos enmascarados se introdujeron en la droguería. ¡Alto todo el mundo, esto es un asalto! Luego de robar los cajeros y su dinero, nos quitaron nuestras pertenecías, no sin antes yo lanzar mis llaves debajo de un estante, golpearon a varios empleados y lanzaron 3 tiros al aire, que dejaron su huella en el techo, todo aquel alboroto no hacia mas que aumentar mi migraña, después de saquear aquel lugar, se perdieron en la luz brillante del sol de la mañana, no sin antes advertirnos, que si los seguían, volverían y matarían a todos, luego de unos minutos, de lagrimas y lamentos de las victimas de aquel robo, yo lo que mas quería era mis pastillas, pero el gerente de la farmacia, indico que se encontraba cerrada, algo en shock me agache a buscar mis llaves debajo de una estantería, parecía una aguja en un pajar, todos los medicamentos en el suelo, luego de una intensa búsqueda, las llaves de mi carro y casa estaban en mi posesión, no así, mi reloj y mi cartera, le levante de aquel alboroto.
Salí en búsqueda de mi corolla blanco, al salir de la farmacia el vigilante se encontraba inconsciente en el piso, pase encima de este, me dirigí a la esquina y al acercarme a mi carro, un papel se asentaba en el parabrisas, al abrirlo indicaba una multa por parte de funcionarios de transito, furiosa, abrí mi auto e introduje la llave para encenderlo, luego de varios intentos me di cuenta que el tanque de la gasolina estaba vacio, irónico pensé, todo esto comenzó con algo vacio. Salí a pedir ayuda, y un hombre que pasaba me hecho una mano, luego de reponer un poco de gasolina, logre encender mi vehículo, agradecí a aquel señor, y arranque hacia la gasolinera, y en unos 5 minutos estaba con mi tanque lleno.
Se me ocurrió dirigirme hacia mi doctor en búsqueda de mas receta para mi migraña y me facilitara unas muestras medicas, llegue al consultorio del Doctor Armando, y al salir de allí, mis planes habían dado frutos por primera vez en la mañana, poseía la receta medica, unas muestras del medicamento, un permiso medico para el trabajo y logro inyectarme para el dolor y este comenzaba a ceder, habían pasado las horas y el sol arreciaba sobre la ciudad, maneje hasta mi trabajo para llevar el permiso medico, con el fin de justificar mi falta, al llegar este se encontraba cerrado, me extraño, pensé por algunos minutos y recordé que se celebraba el día de la secretaria, y el jefe nos había dado el día, estos se encontraban celebrando un almuerzo en el Ristorante Florencia.
Maneje algo cansada hacia mi casa pero en el camino, un vehículo Ford Fiesta se atravesó en una intersección, y colisionamos, algo mareada, con la visión borrosa, Salí de auto y vi salir de aquel Ford amarillo, una muchacha joven con vestimenta deportiva, llorando, de mi cabeza desprendía gotas de sangre que recorría mi cara, toque mi cabello, y me desmaye, al abrir los ojos estaba en un hospital, los médicos realizan una tomografía, luego de realizado varios exámenes, después de suturada mi herida de escasos 3 centímetros, ya me encontraba en la habitación, y el medico de guardia se encontraba preguntándome mis datos y un sinfín de interrogantes y después de examinarme, me indico que luego del choque no tuvo repercusión significativa en mi, simplemente una pequeña herida en mi cráneo, y un desmayo por el shock, aunque tenia otra noticia, descubierta en la tomografía cerebral, la cual no se hubiera descubierto, sin ese accidente de transito.
Mire la hora en el reloj de pared, marcaban las 6pm, escuche un sonido tierno, de unas niñas, al girar mi cabeza divise a mis 2 hijas y mi esposo, q llegaban de viaje ese día, habían sido llamados por el personal del hospital, después de dado mis datos, con ella un ramo de flores, y mi esposo en sus manos una pequeña torta, en el momento en que mis niñas comienzan a cantarme el feliz cumpleaños.
Después de un mes, me recupero junto a mi familia, luego de haber sido operada de un tumor cerebral.
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