miércoles, 7 de julio de 2010
Error Mental
Un sujeto común de mediana edad, regordete, estatura baja, calvo y de buenos principios, quien a sido constantemente asaltado por maleantes en la ciudad de Rio de Janeiro, harto de tanta delincuencia e impunidad, consigue comprar en el mercado negro un revolver Colt calibre 38 cañón corto, los seriales habían sido borrados, y la textura del metal, le daba un toque de seguridad al rechoncho Pedro. Su vendedor un hombre de piel morena con una cicatriz en su cara, indicaba algunas instrucciones, las cuales no fueron escuchadas por su comprador quien poseía un aura diferente al tener ese instrumento en sus manos, este soltó un paquete de billetes amarrados con una liga de hule, y ambos sujetos se perdieron en la oscuridad de la noche.
Al llegar a su casa, el señor Pedro era esperado por su esposa y sus 2 hijos, Carmen lo noto algo nervioso, pero Pedro hizo caso omiso a su acotación, se dirigió inmediatamente a su cuarto y cerro la puerta con llave, introdujo el arma y municiones en una bolsa de plástico y la empaqueto, fue al baño e introdujo el paquete en el tanque de agua del inodoro, al salir de aquella habitación, su fascie cambio, y volvió a ser el mismo débil de siempre. Bajo al comedor y se sentó a comer con su familia.
Pedro se sentía indefenso cada vez que una persona lo insultaba o humillaba cuando se dirigía en su vehículo o las veces que había sido victima de robo, el ultimo año había sido robado en 4 oportunidades, y esa mañana desempaco el paquete oculto en su baño y llevaba consigo su revolver entre la parte posterior de su blue jean y su piel. Las semanas pasaron y su actitud cambio, su personalidad y autoestima aumentaron, en par de ocasiones había desenfundado el arma para resolver alguna situación, una noche en un bar, y otro día frente a un transeúnte drogadicto.
Había escuchado alguna vez en alguna parte, que el dueño de un arma solo la desenfundaba cuando la iba a usar, el solo hecho de desenfundarla implicaba jalar el gatillo, pero el nuevo Pedro estaba comenzando a gustarle como lo miraban sus amigos, con respeto, con miedo.
7 meses después de haber adquirido el arma, iba conduciendo su carro por la ciudad un jueves después del trabajo y en una intersección un vehículo Convertible envistió repentinamente su Volkswagen, a segundos del choque, el otro conductor se volcó sobre este, y cuando Pedro pudo abrir sus ojos, una mano empuñada se dirigía hacia su cara, luego de una tremenda golpiza propinada por el otro conductor y su acompañante estos retomaron su Mustang GT y picaron cauchos que rechinaron y resonaron a lo lejos, con las pocas fuerzas que le quedaban y algo desorientado manejo en busca de aquel Mustang rojo, a toda prisa, quien luego de 10 minutos logro divisar. Este se aposto en una casa y los 2 sujetos que desfiguraron su humanidad entraron a una casa. Pedro estaciono, y se dirigió hacia al timbre, el cual apretó en repetidas ocasiones, su cara desprendía sangre y su pulso se acelero, al abrir la puerta el hombre se sorprendió al ver a aquel sujeto ensangrentado, y este pregunto “¿que le paso señor?” Pedro respondió. “Esto paso”.
Saco su arma y disparo a quema ropa sobre aquel hombre que cayo tendido en su sala, Pedro fue en búsqueda del otro hombre y al llegar a la cocina apretó el gatillo en 4 oportunidades al ver a los hombres apostados en el suelo, aquel regordete salió de el charco de sangre derramado por el. Y caminó hacia su Volkswagen blanco. Paso al lado del Mustang y siguió hacia su carro, prendió el motor y arranco, miro su retrovisor y afino la vista, freno de golpe y exclamo, ¡Mierda, Aquel Mustang era un convertible!
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Oi Jack, que erro fatal!! Infelizmente isso é provavel com quem se esconde atrás de uma arma!
ResponderEliminarAbraços.
jejeje si fatal.... asi es esta vida, impredesible...
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