Se paseaba por los pasillos de la Universidad Católica de Colombia el joven Caleb estudiante de arquitectura, no miraba el camino, sus ojos se dirigían al teléfono celular que se encontraba en sus manos, tropezó en varias ocasiones pero eso no impedía dejar de apartar la mirada de su amado blackberry, rumbo a su clase de Diseño Urbano, pasaban las 2 de la tarde y se tornaba un clima frío y nublado de la ciudad de Bogota, sus compañeros lo saludaban mientras el pasaba a su lado, en cambio este asentaba con la cabeza sin dirigirles la mirada. Vivía solo en aquella ciudad, en una humilde habitación rentada por sus padres de clase media, procedentes de Santa marta, quienes tras grandes sacrificios daban el dinero para los estudios de su único hijo. Los primeros meses de su carrera había pasado algo desapercibido frente a sus compañeros de clase, siempre queriendo llamar la atención, por lo que opto en inscribirse en un gimnasio y realizándose un cambio en su imagen, compro unos lentes de contacto para quitarse aquellos lentes de montura, su cabello lo hacia ver mas alto de lo que era, y su tono de voz algo amanerado eran su carta de presentación, los cuales surtieron su efecto.
Pero todo aquello aumentando mas y mas con la nueva era de las redes sociales y el boom de los celulares blackberry, en las paredes de aquella ilustre universidad si no poseías aquel juguete, no eras nadie, rápidamente Caleb se las ingenio para pedir dinero a sus padres para congresos y libros, los cuales reunía para la compra de aquel objeto, luego de 3 meses fue a la tienda y compro, su nuevo mejor amigo. Su bebe como le decían muchos, su vida cambio aun mas.
Sus amigos en las redes sociales subían día tras día, 1500 amigos poseía su perfil, pero de los cuales conocía menos del 10 %, su vida pasaba de ser real a convertirse en una vida cibernética.
Tras 5 minutos de caminar llego al salón, todos sus compañeros sentados en las sillas, con su blackberry en mano, esperaban la llegada del Profesor Nelson, esa escena se asemejo a 4 fila de zombies esclavos de ese aparato diminuto, al llegar su tutor, este advirtió al entrar, - ¡ buenas tardes muchachos, por favor, apagar sus celulares y guardarlos! , todos al unísono, hicieron caso a medias de aquella imposición, al iniciar la clase este hablando de edificios, y los alumnos, escribiéndose unos a otros, siendo ilógico, ya que se encontraban a escasos centímetros de diferencia, luego de varios regaños por parte del profesor se dio terminada la clase, y todos rumbo a sus casas, era viernes y por su puesto era día de fiestas para sus colegas, se verían en discoteca aquella noche.
Al llegar a la discoteca Río, sus amigos de la alta sociedad esperaban en la puerta, este vestido elegante y listo para la fiesta entro con sus amigos, si dirigieron hacia una mesa reservada, pidieron una botella de whiskey, Old Par dijo su amigo Marcos, sirvieron 8 vasos, y luego de un trago salieron a bailar, esto se intercalaba en escribir en su telefono, beber y bailar, escasamente entablaba una conversación real con otra persona por largo tiempo, ya que estos se fastidiaban de que Caleb, prestara mas atención a su teléfono que a ellos, este no miraba a los ojos de las personas, y el sonido de su celular cada 2 minutos obstinaba al que tuviera al frente, clin clin sonaba.
Al terminar la fiesta siempre inventaba una excusa para no pagar, las cuales siempre terminaban pagando sus amigos de la alta alcurnia. Siempre queriendo aparentar frente a sus pares, que poseía mucho dinero o posesiones en su tierra natal, para poder entrar en su grupo selecto.
Sus notas en la universidad habían bajado notablemente, dejando de ser un estudiante excelente a pasar a los del montón, en las noches en su casa, se la pasaba escribiéndose entre su amigos y pasándose cadena de chistes y hablando de cualquier cosa. Ese año su vida se había remitido a ese ser absorbente. Las comunicaciones con sus padres se remitían a pedir dinero, y estos empezaban a notar cambios en su personalidad, los consejeros de la universidad le habían citado par de veces para hablar con el, pero este hacia caso omiso.
El sábado siguiente se levanto para ir al cajero a retirar dinero, de los cuales el mayor porcentaje eran para su bebe, fiestas, gimnasio y otras tonterías, Caleb no salía de su casa sin su blackberry, esto no era excepción siquiera cuando se dirigía al cajero que se encontraba a 2 cuadras de su casa, al llegar al cajero, saco su tarjeta, introdujo su clave y retiro su dinero, de vuelta a la casa y en la cuadra siguiente lo esperaba un ladrón de la zona, Caleb no lo diviso, ya que estaba entretenido como siempre con su dueño, al cruzar la calle ese hombre se paró frente a su camino, con una navaja en su mano, y dijo.
- ¡Dame todo lo que tengas empezando por ese teléfono que tienes en tu mano!,
Caleb, se lleno la adrenalina, sentimiento que no sentía desde hace años, sintió un golpe en el centro del pecho y su corazón se acelero, este comenzó a temblar y sudar, agarro fuerzas y le dijo a aquel ladrón,
-¿Por qué? ¡Mi celular no, señor, si quiere tome todo mi dinero!
Este le respondió, - ¡dámelo todo ya, sino sentirás el filo de mi navaja penetrar tus órganos y desangrarte hasta morir!
El joven quiso salir corriendo pero sus piernas estaban petrificadas, y apostadas sobre el cemento, luego saco su dinero y se lo dio, pero no quiso dar su pertenencia mas preciada, la que cogio con sus dos manos y presionó sobre su pecho, acción que fue respondida con sendas acuchilladas sobre su abdomen, cayendo ya sobre el asfalto, mientras que el señor de gafas oscuras se encimaba sobre Caleb para propinarle otras dos heridas mas, para luego forcejear y obtener el celular lleno de sangre y salir corriendo para perderse a lo lejos.
El muchacho tendido sobre la calzada agonizando tocaba con sus manos su abdomen y las alzaba para darse cuenta que estaban llenas de sangre, la escena se lleno inmediatamente de mirones y de uno de los vehículos que paso, salio el conductor y lo introdujo rápidamente al asiento trasero y enrumbo al hospital mas cercano.
Al llegar al hospital lo único que logro decirle al doctor fue, - !llame a mis padres y dígale que los quiero, y que me perdonen por todo!
